jueves, 21 de agosto de 2014

Portiacha y Basender

Viernes 11 de Julio:

  Tras la agotadora vuelta al Turbón en bicicleta de montaña ayer, he permanecido en la cama hasta aburrirme, va a ser mi único día de descanso este mes.
  Por la tarde llega a Campo  Bibiana (Bibi), una de las "secretarias" más activas este verano. Permanecerá conmigo hasta el día 15, regresaremos juntos a Zaragoza para empezar el 16 la "Multiaventura Tebarray", un campamento de montaña y aventura para jóvenes en el que Bibi y yo somos monitores.

Primer rapel del Basender
Sábado 12 de Julio:
Descenso de Barrancos secos
Barranco del Basender

  Tenemos previsto realizar unas prácticas como monitores de barrancos de cara a la "Multiaventura". El objetivo es coger soltura en el montaje de las reuniones, realizar hipotéticos rescates en situaciones previstas y ponernos de acuerdo en la aplicación de protocolos para trabajar todos de la misma manera.

Bibi controla la salida de Marta
  La mejor forma de perder tiempo en un barranco hasta aprender bien estas técnicas es que sea seco y así evitaremos estar incómodos o muertos de frío. Por eso nos desplazamos a Sierra Guara a descender el Basender y Portiacha, afluentes del Vero.
  Hemos quedado en el parking con Ángel, tercer monitor de esta edición de la "Multiaventura", igualmente interesado en practicar. 

Una de las zonas más excavadas y bonitas
  Ángel viene desde Zaragoza acompañado por su familia, Marta, Iván y Sofía, también Natalia participante de la Multiaventura junto a Sofía. Ellos harán de "conejillos de indias" para que las situaciones sean más reales.
  Comenzamos con el Basender, el más sencillo y donde más tiempo empleamos, Ángel y Bibi se empeñan en aprender repitiendo todo una y otra vez hasta que cogen soltura.

Sofía bloqueada al toparse con un nudo "sorpresa" en la cuerda
  Iván es el encargado de bajar siempre el primero para "probar" si esta todo bien, luego asegura desde abajo a los demás. Sofía es siempre la "victima", le ponemos "trampas" en la cuerda sin que se entere para bloquearla y forzar un rescate. 
  Se nos pasa la mañana sin enterarnos, volvemos al aparcamiento remontando el Vero por su cauce, hacemos "virguerías" para no mojarnos los pies, pocos lo conseguimos.
  Tomamos unas cervezas rápidas y frescas acompañadas de un tentempié y volvemos a la carga.

Natalia desciende el último rapel de acceso al Vero
Reseña del Basender:
http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos/barranco_basender.htm

El Basender en invierno:
http://danielmurmarin.blogspot.com.es/2009/12/cronicas-montaneras-barranco-del.html

Nuestro último descenso:
http://danielmurmarin.blogspot.com.es/2012/04/barranco-del-basender.html

Más fotos:
Barranco del Basender



Barranco de Portiacha

  Como segundo barranco elegimos el Portiacha, con rapeles largos, dos de ellos volados, es algo más técnico y complicado.
  Subimos en coche al cercano parking del barranco con acceso inmediato a la cabecera del primer rapel. La salida es un tanto aérea, tiene 26 metros pero da la impresión de que sea mucho más largo, la sensación de "patio" se acrecienta.

Salida delicada en el primer rapel volado
  Hay dos reuniones, una buena para recuperar y sin apenas roce pero con una plataforma exigua y mala salida. La segunda es más vieja, roza bastante la cuerda pero por el contrario tiene plataforma con cómoda salida.
  Elegimos la que menos roce tiene, Iván baja de primero con cara de "respeto", enseguida llega al volado y desaparece de la vista. 

Segundo y más corto de los tres rapeles
  Los demás hacen "malabarismos" para bajar los primeros metros sin resbalar en la piedra pulida. Encadenado hay otro rapel de 8 metros sin dificultad, sigue  un estrecho pasillo con abundantes resaltes y pequeñas marmitas estancadas. Ponemos a prueba nuestra habilidad destrepando cuidadosamente para finalizar en la plataforma de salida del espectacular rapel que se "hunde" en el Vero.

Rapel final 
  Da "miedo" asomarse, 36 metros que parecen el doble, es como medio embudo invertido en el que aparecemos por la parte estrecha y conforme rapelamos nos alejamos de la pared suspendidos en el aire. Estéticamente es una "pasada", bonitos y variados colores en la roca que provocan gran contraste muy agradable para la vista. El problema de estos rapeles tan largos con la cuerda seca es que queman la mano y es imprescindible bajar despacito o con guantes, las cuerdas de barrancos como las que empleamos son muy abrasivas.

Espectacular volado semejante a un embudo invertido
  Por un senderito bajamos hasta el cauce del Vero frente al barranco del Basender, remontamos el río por el mismo camino esta vez mojándonos sin miramientos. Cuando llegamos a la estación de aforos en vez de subir al parking del Vero y Basender, tomamos un camino en diagonal por la derecha que poco a poco gana altura paralelo al Vero alcanzando la cabecera del Portiacha donde se encuentran los coches. 

Solo los primeros metros apoyas por pared
  Bibi y yo regresamos a mi apartamento en Campo, Ángel con Marta, Iván, Sofía y Natalia al camping de Boltaña donde tienen una caravana fija a modo de apartamento.
  Mañana volveremos a quedar para realizar la fase dos de estas prácticas en un barranco acuático, las doce cascadas de Liri.

Treinta y seis metros que parecen sesenta
Reseña del Portiacha:
http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos/barranco_portiacha.htm

Más fotos:
Barranco Portiacha

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