lunes, 9 de febrero de 2009

Punta Güé y Pelopín

  Fin de semana con pronósticos meteorológicos "horrorosos" pero hemos logrado hacer dos picos con huecos de sol y poco viento, ademas de "sobrevivir", que no ha sido poco.

Sabado 7:

  El sábado a las 7 de la mañana salíamos para Biescas José Lacarta, Oscar Almau (el destalentao), Javi (secretario) y yo.
  Llegando a Biescas ya empezaba a nevar con bastante viento, paramos en el apartamento en Biescas a dejar cosas y continuamos nuestra particular "ronda de reconocimiento" para "ver nevar" hacia la frontera del Portalet.
  En Formigal la carretera estaba bastante "emocionante" (coches cruzados poniendo cadenas, ventisca y el suelo blanco), decidimos llegar al Portalet pero aquello fue "misión imposible". A partir del aparcamiento de Anayet la carretera estaba sin limpiar y no había ni "Dios", pero como nos va el "barro" (en este caso la nieve) seguimos adelante sin apenas visibilidad cortando algún ventisquero más alto que el coche.
  En la glorieta de Espeluciencha dimos la vuelta ante el peligro de "morir" congelados, el "espectáculo comenzó cuando nos topamos con otro todo terreno atascado en medio la ventisca y vino la quitanieves por detrás.
  El caso fue que terminamos nosotros también atrapados y tuvimos que organizar una "brigada" de rescate con todo el personal para sacar los coches y hacerle hueco a la quitanieves que finalizo con éxito y nosotros medio congelados. Para celebrarlo nos metimos en el restaurante de la gasolinera de Formigal y nos tomamos unos huevos fritos "por su sitio".


PUNTA GÜÉ 1579 m.

 Para bajar los "huevos" (fritos) y terminar de entretener el día bajamos hasta Senegüé donde el temporal amainaba y con el cielo negro y nevisqueando empezamos a subir andando a punta Güé. Al poco de empezar ya nos hundíamos en la nieve hasta las rodillas, cerca de la cumbre se despejo el cielo y salio el sol permitiéndonos observar las espectaculares vistas nevadas de este mini pico que no desmerece nada ser subido de propio.
Bosque impenetrable por la nieve

Bajamos haciendo fotos sin parar de la vegetación tapada por la nieve y los pinos recubiertos de blanco en un paisaje que recordaba más los Alpes Suizos que un "picacho" desconocido en el prepirineo.
  Muy contentos con la sensación de haber subido a una cumbre importante regresamos a Biescas donde Oscar nos cocino un menú desgustación que nos chupamos los dedos.

Desde la cima grandes contrastes con el fondo del valle

Detalles para la ascensión a Punta Güé:
http://www.pirineos3000.com/servlet/DescripcionAscension/IDASCENSION--12195--VOLVER--B--ORDERBY--order%20by%20v_descmountain%20asc--ITERACION--1--PESTANA--1--V_NOMBRE--null--ALTURA--null--zon--null--prov--null--IDIDIOMA_ASC--null--TIPO_ASC--null--V_IDDIFICULTAD--null--METEO--null--IDMOUNTAIN--2047--ORDEN_ANTERIOR--v_descmountain--BUSUARIO--null--PESTA--tasc--OTRO_USUARIO--null.html

Track para Gps y visualizar ruta en Google Earth:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=292016 


Vídeo en la cumbre de Punta Gúé para comprender porque Oscar es un destalentao: 



Domingo 8:

PICO PELOPÍN 2007 m.

  A las 8,30 quedamos en Escarrilla con Nacho (el Patillas) y Angel (el cuñao), tambien con Jorge (el de la meteo), acompañado de Alex, Ángel, Blanca y Chema.
  Como el riesgo de aludes era alto y la meteorología peor decidimos cambiar los planes iniciales e ir a un pico con poco desnivel, corto, en la parte baja del valle y que no fuera posible esquiarlo en otras fechas por la falta de nieve.
  Terminamos en la salida de la boca del túnel de Cotefablo para subir al pico Pelopín, que con sus "escasos" poco más de 2000 metros nos pudo ocasionar problemas importantes.
  No hacia viento, nos daba el sol y por supuesto no había huella, pero Nacho que esta "que se sale" tomo la iniciativa y en plan locomotora fue "zurciendo" el monte entre los pinos con una profunda huella que los demás solo tuvimos que repasar. Llegados a la base de Peña Ronata hubo varias opiniones, unos prefirieron subirla y progresar por el lomo para evitar la media ladera y nosotros decidimos seguir la traza normal del camino de verano atravesando a media ladera las faldas hacia el collado del Pelopín sin imaginarnos que estaba tan cargada de nieve como para producirse un alud a nuestro paso a pesar de la escasa pendiente, eso fue lo que paso.

Lomo superado el bosque hacia el Pelopín

  Justo debajo de la cima al atravesar una barranquera cortamos la placa que no aguanto su propio peso desquebrajándose desde lo más alto y deslizando ladera abajo cada vez a más velocidad. Cuando vimos lo que se nos venia encima empezamos a retroceder rápidamente pero nos alcanzo el alud, Nacho que iba el primero fue arrastrado pero consiguió pararse en uno de los laterales casi enterrado en la nieve, los demás conseguimos salir del centro sin ser arrastrados, la nieve se despeño por la barranquera provocando una nube de polvo hasta abajo del todo.
  No nos paso nada aparte del susto. Muchas veces salimos al monte y no sabemos el peligro que corremos, imaginamos que no hay peligro exagerado y lo asumimos, aunque realmente nunca podremos asegurar, a pesar de nuestros conocimientos y experiencia, si teníamos razón.
  Para el descenso cambiamos todos los planes sobre el itinerario de bajada optando por las zonas que "creímos" menos expuestas. Atravesamos el frondoso bosque esquiando por nieve muy profunda que hizo las delicias de todos a pesar de las abundantes caídas. Llegamos al coche con una sonrisa de oreja a oreja, felicitándonos y dándonos la mano mutuamente con la sensación de haber bajado un ochomil.
  Regresamos a Biescas, nos duchamos, comimos y vuelta a Zaragoza sin más cosas que contar.

Paisaje navideño de postal

Os adjunto una carta de como lo vivió Blanca, la única chica de la "expedición" al Pelopín:


BLANCA VIZCAÍNO BRICIO

  Se sale al monte sí o sí, sabiendo que va a hacer mal tiempo, arriesgándote a no hacer nada ese día, y en cuanto te confías, y das algo por hecho, una caricia de las circunstancias, de repente te dice que no hay nada predecible, que no somos dueños de nada, ni por supuesto de nadie, ni de nosotros mismos. Esta salida ha tenido mucho de eso.

Todavía tengo las emociones muy a flor de piel, todavía no he asumido que todo esto es verdad y no me acabo de levantar. Hoy nos hemos decidido por el Pelopín, que tenía encima una ventanita de buen tiempo, y parecía que nos cantaban las sirenas desde el bosque...Mañana fría pero no tan gris como pensábamos todos (primer aviso: *no se puede dar nada por hecho), nos preparamos, miramos un poco por dónde subir, y Nacho, que hoy ha decidido ser el protagonista de todo, se pone a abrir una huella valiosa para los diez que le seguíamos. Mucha nieve, mucha pendiente, mucha vegetación (nada menos que pinos, boj y rosales...nada de pequeños enebros-bueno, alguno había, pero los menos...) y un camino incierto...qué tentación para un explorador, qué mérito abrir huella...

Ángel ya se queda sin las maravillosas (y útiles) rosetas de sus bastones a la primera vuelta maría y da por hecho que que no conseguirá subir sin bastones (segundo aviso: *), que conseguirá salir del bosque...alguna reparación, vueltas laboriosas, que requerían concentración y equilibrio, almenos a mi, inexperta e insegura todavía...

Salimos del bosque sin esfuerzo (los de atrás, obviamente) y estábamos en un cuento: el viento provocaba el efecto de nevada lateral, a los árboles les colgaba el hielo, que no quiso separarse de la nieve, y se quedó allí suspendido, adronando un decorado donde la protagonista es el agua, en todos sus estados, y en todas partes.

Superado el collado unos deciden flanquear y otros subimos por la loma, más pelada pero más segura. “Por arriba no hay nieve, por quí abajo está bien” (tercer aviso: *). Sin más hacemos cima, muy tranquilos y algo extrañados por la tardanza de nuestros compañeros. Alguno se dio tanta prisa en llegar que para cuando aparecimos el resto, ya estaba tieso (pobre Álex). Y es que el viento soplaba fuerte. Llegó la otra parte del grupo y lo entendimos todo: ha habido una alud y le ha pillado a Nacho . QUÉ???? Pero, está bien? No pasó nada de nada, pero Nacho estuvo muy cerca de ser arrastrado por la nieve, muy cerca de necesitar un ARVA que nadie queremos usar, muy cerca de desaparecer bajo el peso plomizo de la nieve. Se veía el corte, perfecto y toda la nieve amontonada debajo. Nacho tiene cara de no creérselo tadavía, cara de sentir que alguien le ha regalado quedarse de cintura para arriba fuera de la nieve. Último aviso, y por fin lo hemos entendido. Como premio, un primer tramo de bajada de mucha nieve, que para las que no somos expertos esquiadores es supervivencia pura, y para los que saben, una gozada. El bosque nos deja a todos en el mismo lugar, en el de los niños que corren, que disfrutan, que se ríen a carcajadas, que están tan ocupados de ser felices que se olvidan de todo lo demás. No dejemos la felicidad en el bosque, y si la dejamos, pues nos llevamos el bosque puesto!

Para ti, Nacho.

Ángel superando los tramos de bosque

Detalles para la ascensión al Pelopín:
http://www.esquidetravesia.net/rutas/pirineos/portalet-valle-de-tena-cotefablo/pelopin-desde-el-puerto-de-cotefablo/5-29-72/

Track para Gps y visualizar ruta en Google Earth:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=292026

Vinculo para instalar Google Earth:
http://www.google.com/intl/es/earth/index.html

1 comentario:

  1. ya veo que te has echo un blog, ya era hora XD.
    Yo este año tambien he comenzado uno.

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